Después de varios días en los que ni mi sombra me conocía, regresé a mi triste realidad, esos días en los que te ausentas para pensar que rayos pasa contigo, que rayos pasa con tu interior, tu exterior.
No me puedo quejar, aunque solo pude entender muy poco de lo muy complicada que nos hacemos la vida los mortales, pequeños detalles que hacemos que se conviertan en grandes problemas, y lo más extraordinario es saber cómo sobrevivimos.
Estos días me puse a pensar en mí, y solo en mí, vaya que me hacía falta, soy una pobre alma dando vueltas en remolinos, me di cuenta que tengo varios problemas que resolver como siempre…. a la lista de cosas pendientes.
He decidido empezar de nuevo, ¿tú que dices, está bien o está mal? Muchos dirán “¡sí! ¡Súper! ¡Es bueno empezar de nuevo!, ¡borrón y cuenta nueva!”; es tan fácil decirlo, tan difícil de llevarlo a cabo, espero no fracasar en este nuevo propósito que me he encomendado, tal vez por ahora no pueda acabar con varios pendientes que empecé sin haber terminado los pasados.
Que deprimente suelo ser, aún hay esperanza para decir adiós a las tristezas y decir hola a las viejas sonrisas; Tal vez tarden, tal vez solo llegan cuando menos lo esperas, y yo... Aquí estaré impaciente de que los frutos esperados se hagan comestibles pronto.
