lunes, 31 de octubre de 2011

con mi desesperación...


De mi depende que esta noche seas para mí…
Para que por la mañana no te alejes de mi y pueda hacerte una malteada de amor y pasión…
¡Y es que no lo puedo creer!, ya estás en mí…
Dime como le hago para que se te queden pegadas mis sábanas y esta mañana no te vayas de casa…
Intentaré quitarte la mirada para que puedas notar que te quiero acorralar tras mis brazos protegiéndote del tiempo que te quiere alejar de mí…
Y es que te quiero amar como nunca lo hice jamás…

Vestirte con ropas de palabras de amor que te mantendrán calientito entre tanto frió que afuera la gente te pueda dar…

Y te he de confesar que quiero que te quedes una noche más calentando bomboncitos a fuego lento para tratar de explicarte la ciencia con la que calientas tú mi cuerpo…

Quiero hacerte saber que mis besos te pueden hacer volar, colarse entre las yagas de tu corazón para curarlos y alimentarlos de suspiros y sentimientos que yo te podré dar, que yo te podré dar…
Quiero que despiertes apretujado entre mis razones y desvergüenzas para que sepas que solo escribo este laberinto de palabras con el único objeto de entretener tu ser mientras mi boca hace lo demás y hacerte saber que esta noche no te irás…

Que sientas paz, que me sientas a mí y todo lo que tengo y puedo ofrecerte a ti, para elevar tu ego y te sientas feliz junto a mí…

martes, 4 de octubre de 2011

anoche...

Ayer por la noche mi dulce alma salió a la ventana y miró hacia arriba, las estrellas se sonrojaban y me provocaban a pensar en esa noche en la que deje de existir por sentir...
Hoy le dicen que estoy enamorada, la Luna, mi amada consejera dice que vaya hacia ella y te vea dormir bajo mis sábanas húmedas en dónde no hubo nada que decir, solo dejarse llevar por las emociones y gritos en carne viva, solo fue... amor...
Cierro los ojos, el aire roza entre mis piernas provocando que el incendio provocado por el exceso de besos y caricias mustias aplaque el cuerpo blando y tangible gritando cuanto amor hay encerrado en una sola forma, la de este cuerpo humano flácido erizado y domado sin pensamiento alguno por tan grande emoción la que en esa noche sentí al pensarte y tocar tu dramático cuerpo, aquella noche, noche de dos... noche de amor...
este emocionante impulso se consume en un bello suspiro, un suspiro si, de amor...
te veo durmiendo cual feto feliz después de comer su comida favorita, tú mi postre adecuado que adorna mi mesa de gustos infinitos...
mis pobres pensamientos turbios que no conocen la calma ahora que solo existe en ellos el éxtasis cual delirio escurre por nuestras frentes con olor a amor, con olor a satisfacción porque supimos decir Te Amo en un grito ahogado apretando ojos y rasguñando las espaldas sobre el aire volando donde la brisa y el frío no quieren separar la carne frenética y caliente que se colocan debajo, arriba, a la izquierda, a la derecha y ¿porque no? de cabeza que en esta noche están.
¡Alma mía!, posa ya vestida sobre mi cuerpo desnudo que ya tengo frío, que ya volví de mi sueño turbulento gracias a la lluvia de caricias, me gustó mojarme de besos y es que esta noche no traía paraguas; me gustó dejar este mundo para unirme al tuyo, me gusto dejar de existir por sentir, me gustas tú sentimiento inombrable...
Bella Luna, mis amantes de orgías, estrellas mías, dejenme un momento mas a solas con él, conmigo que aún yo no le explico cuanto me hace falta por demostrarle mi bello cariño,  yo quisiera que esta noche, él no trajera paraguas...