Miedo.

Te das cuenta de lo mucho que has crecido y de las tantas cosas que has aprendido pero… ¿Para qué?, para que caminar y saber más si me doy cuenta de tantas cosas negativas que hay a lo largo del camino que he recorrido.

Estoy atravesando por un tiempo incomodo de vivir, de incertidumbre, donde he tocado más veces el suelo que las estrellas.

Me doy cuenta que la gente cercana te reprocha el no saber, el que sí sabes, el que no tienes experiencia, la que no sabe nada… te pisotean y te das cuenta (o eso te enseñaron a creer) que es por pura “envidia”.

Quisiera ya saber todo para cuando haya malas noticias pudiera sonreír y pudiera decir “No te preocupes, todo estará bien”; que triste momento de soledad, misterio e incertidumbre estoy viviendo, no me quejo, me atemoriza decepcionarme a mí misma por culpa de los demás.

Me dicen que tengo que cuidarme, que tengo que convertirme en un superhéroe para quizá y sólo quizá me pueda salvar.

Quiero crecer, ya no quiero crecer, los finales de los cuentos de niños tienen finales felices, ahora, en los cuentos de hoy todo queda en continuará, todo continua pero siempre para pasar malos ratos y llegar a agradecer en la vejez que tu vida hubo de todo y que das gracias por morir.

Tengo miedo.