martes, 23 de octubre de 2012

Soñar, despertar, vivir, amar... que más da.


-Hazme posible, tócame. – le dijo el sueño fugaz.
-¡No!, en mis sueños no te puedo hacer daño. – contesto él  acariciándole el cabello.
-Entonces no me amas – replicó – Tenemos que equivocarnos para saber lo eterno que puede ser nuestro amor – le dijo levantándose con la sábana cubriéndole.
- ¡No te vayas!, si lo haces ese será tu error mortal – le dijo hincándose sobre la cama desnudo.
- ¿Por qué lo dices? – preguntó volviéndose hacia él.
- Porque si te vas lo harás para siempre pero, si te quedas,  el que cometerá la equivocación o la virtud seré yo por quedarme aquí contigo renunciando tal vez, a la vida. – le contestó levantándose hacia ella con el palpitar acelerado.
-¿Y todo por amor? – preguntó.
-Y todo por querer aprender a vivir y amar al mismo tiempo.

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